60. sketchcrawl-a Bergaran

Oraingoan nazioarteko "sketchcrawl" hitzordua etxean egin genuen.
Pozgarria da, benetan, horrelako zitetan aurreko ekitaldietan ezagututako lagunekin elkartzea, are eta gehiago  gure "marrazkizale sarea" haunditzen doala ikustea; oraingoan ere lagun berriak egiteko aukera izan genuen eta.
Esta vez jugabamos en casa ya que la cita del sketchcrawl internacional la hicimos en Bergara.
Es una gozada encontrarse con amigos que hemos ido haciendo a lo largo de las quedadas, pero todavía más ver que vamos tejiendo la red de amigos dibujantes. En esta ocasión también tuvimos la oportunidad de hacer nuevos amigos.
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Hitzordua 10:30etan Olaso torreko magnolioaren azpian zen, eta han hasi ginen marrazten.
La cita era a las 10:30 a la sombra del magnolio de la torre Olaso, donde empezamos a dibujar.

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Eguerdi aldera Irizar jauregiko lorategira joan ginen, eta han gelditu ginen bazkaltzeko ordura arte.
Al mediodía nos acercamos al jardin de la casa Irizar, donde nos quedamos el resto de la mañana.
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  Bazkaldu ostean, Bideberrin jarri ginen eta azken marrazkiak egiteko aukera izan genuen.
Niri atentzioa deitu zidan erreka ondoan arratsalde pasa zegoen familia.
Por la tarde nos sentamos en Bideberri para hacer nuestros últimos dibujos del día.
A mi me llamó la atención una familia que pasaba la tarde a la orilla del río. 
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Eta bukatzeko,  nire koadernoan gorde nuen gehien marraztu, pintatu eta argazkitan irudikatu den  Bergarako txokoetatik bat.
Para terminar, me guardé en el cuaderno uno de los rincones más dibujados, pintados y fotografiados de Bergara.







Udaleku irekietako hirugarren astea

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Udaleku irekietako hirugarren astea ere dagoeneko bukatu da eta primeran joan da!

Batzuentzat udalekuetako azken astea izan da honako hau eta bukaera borobila emateko puzgarrietan ibiltzeko aukera izan dute gaur goizean.

Hona hemen aste honetako argazki batzuk:image003

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Construir otras memorias

Artículo en castellano:

Noticia original de Zuriñe Rodríguez Lara.

Crear contramemorias en espacios públicos que vayan más allá de las versiones oficiales es el reto que llevan tiempo afrontando las mujeres tras las guerras.

AZKOIEN

En las guerras y en los conflictos armados, los derechos humanos son sistemáticamente vulnerados. Muertes, masacres, desapariciones forzadas, violaciones y constantes espacios de impunidad que necesitan ser recordados para garantizar que no se vuelvan a repetir. Una de las fórmulas para el recuerdo colectivo es la construcción de memoriales históricos, grandes edificaciones o pequeñas placas conmemorativas que plasman en el espacio público lo que sucedió en un pasado.

La Tumba al soldado caído bajo el Arco del Triunfo de París nos recuerda quiénes fueron los protagonistas de las guerras. El monumento al Soldado desconocido en pleno centro de Sofía conmemora las muertes y desapariciones de los anónimos hombres búlgaros; y el Soldado universal, en Castle Clinton, Nueva York, nos habla de una universalidad bélica, victoriosa y androcéntrica.

Los soldados caídos son parte de una primera etapa de memoriales que busca recordar a los hombres anónimos que lucharon por la patria. A través de ellos, se representa el cuerpo colectivo de toda una nación; la idea de que mereció la pena morir por algo. Están replicados por toda Europa y ubicados en zonas céntricas, pero en ellos se obvia, por una parte, que las mujeres también estuvieron en el frente —casi un millón lucharon en las filas del Ejército Rojo durante la Segunda Guerra Mundial— y, por otra parte, que más allá de empuñar el arma, en las guerras, se desempeñan muchos más trabajos.

La investigadora feminista mexicana Luz Maceira afirma que el problema es que “cualquier ciudadano puede ser el soldado desconocido, pero el soldado desconocido no es cualquier mujer”. Son pocos los memoriales dedicados a las mujeres y, además, salvando alguna excepción, están alejados del centro de las ciudades. En ellos, no se muestra la diversidad de su participación y se ensalzan los trabajos de cuidado y sostenimiento. Es el caso, por ejemplo, del monumento situado en el cementerio nacional militar de Arlington (Virginia, Estados Unidos) y que está dedicado a la labor de las enfermeras de las fuerzas aéreas estadounidenses durante la Primera Guerra Mundial. No es el único. El memorial a las mujeres de Vietnam, en Washington, visibiliza a las enfermeras estadounidenses que sirvieron en la guerra; y una escultura en Londres nos recuerda a Florence Nightingale, enfermera que curó a soldados heridos durante la guerra de Crimea. Nightingale, en cambio, no solo era enfermera: además, era matemática y escritora.

En Londres, en Whitehall, podemos encontrar una de esas excepciones memorialísticas de esta primera época. Una enorme escultura en la que están esculpidos diecisiete conjuntos de ropa; diecisiete uniformes que hacen referencia a los múltiples trabajos que las mujeres desempeñaron durante la Segunda Guerra Mundial. A priori, el monumento muestra una diversidad que va más allá de la participación directa en el frente y las labores de cuidados; pero, además, los uniformes están esculpidos sin cuerpo. De esta manera, quisieron simbolizar dos cosas: el anonimato y la entrega de sus uniformes a los maridos como señal de su vuelta a casa. Simboliza el momento en que las mujeres dejan de ser sujetas activas para volver al hogar, al espacio para el que han sido socializadas. El fin de las guerras trae para muchas mujeres el estigma de haber abandonado sus hogares y, con ello, el castigo social de malas mujeres durante la construcción de la paz.

La activista en favor de la memoria histórica Julia Monge por su parte, identifica otro escollo en esta primera etapa y afirma que “los grupos memorialísticos de hoy todavía muestran a las mujeres como pasivas o víctimas, lo que se refleja en los memoriales”. Aunque es cierto que las mujeres sufren de lleno y de forma específica los impactos de la guerra, recordarlas solo como víctimas puede llevarnos a “obviar sus formas de resistir y de estar desde la subversión y la agencia”, recalca Monge.

En cambio, la activista tiene claro que los memoriales que las recuerdan como víctimas también son importantes y deben promoverse porque sirven como denuncia y reconocimiento del impacto diferencial de género en las guerras. En la ciudad china de Nainjing, por ejemplo, un mural con el rostro de una veintena de mujeres nos recuerda que durante la Segunda Guerra Mundial miles de ellas fueron enviadas a las zonas de combate del Ejército japonés para ser esclavas sexuales en los llamados puestos de consuelo. Mientras son conocidas como “mujeres consuelo”, ellas reclaman para sí mismas el nombre de halmoni (abuelas de la guerra).

Además de denunciar los horrores de la guerra, para la activista salvadoreña Gloria Guzmán, los memoriales actúan como espacios físicos de encuentro entre las víctimas, ayudan a reparar su dolor —especialmente el de las familiares de desaparecidas— y cumplen una función pedagógica con las generaciones futuras. Guzmán participó de lleno en la construcción del Monumento a la Memoria y a la Verdad de San Salvador. Este fue liderado por mujeres víctimas, por defensoras de derechos humanos y por activistas feministas. “Nos organizamos después de que los firmantes de la paz desoyeran la recomendación que hacía Naciones Unidas para construir un memorial”, recuerda Guzmán.

El de San Salvador, junto con otros, pertenece a una segunda generación de memoriales en la que es la sociedad civil y las víctimas —y ya no tanto los estados— quienes demandan la construcción de los mismos. Con ellos se busca mostrar los efectos de las contiendas internas, la impunidad de los actores armados y el horror de las dictaduras.

San-Salvador

El proceso de construcción del memorial salvadoreño culminó en 2003, cuando fue inaugurado tras casi siete años. En él están grabados alrededor de 30.000 nombres de víctimas del conflicto y nombradas 194 masacres. “En la identificación es donde comenzaron las primeras trabas”, recuerda Gloria Guzmán. En muchos casos cuando asesinan a toda la familia solo aparece el número o las iniciales de personas que han muerto o, pero no se puede saber con exactitud cuántas de ellas eran mujeres”. Esto sucede especialmente en el caso de las masacres donde “tenemos la certeza de que, sobre todo, afectaron a las mujeres porque los hombres estaban fuera y ellas estaban en casa a cargo de las familias”. En cambio, con los registros en mano no se puede demostrar con exactitud y, sobre todo, no se puede contabilizar cuántas fueron las mujeres asesinadas ni desaparecidas. Además, hay nombres que se pueden atribuir a más de un género, como es el caso de Mercedes, que en varias zonas salvadoreñas se utiliza indistintamente. “Podíamos incurrir en errores graves si hacíamos nosotras la identificación por géneros y sesgar la realidad”, explica Gloria Gúzman.

En el caso de la guerra civil española los registros también suponen una traba importante. El acceso a los nombres se hace a través de las nóminas de los batallones y en ellos solo están quienes participaron en los frentes. Este es el caso del recién inaugurado Columbario de la Dignidad de Euskadi, que alberga sesenta nichos de gudaris y milicianos desaparecidos durante la guerra y el franquismo. “La vida que sucedía paralelamente al frente no ha sido registrada”, alerta Julia Monge, por lo que los monumentos siguen sin incluir los nombres de “mujeres que conducían ferrocarriles o preparan la comida, por ejemplo”.

La falta de memoriales que dignifiquen a las víctimas del franquismo y de la Guerra Civil es un problema del que ya alertó el Observatorio Europeo de la Memoria en 2016. “Llegamos tarde, hay una falta enorme de reconocimiento en general que afecta de sobremanera a las mujeres”, denuncia Monge. El efecto es doble. Por un lado, son muchas las que han fallecido sin contar con un lugar físico que las reconozca o al que poder acudir a hacer sus duelos y, por otro lado, la dejación española y la demora en reconocer la impunidad —cuando se ha reconocido— lleva a otras a sentir que sus memorias no son importantes ni merecen ser recordadas.

Para la investigadora feminista colombiana Diana María Salcedo, el proceso de construcción del memorial permite a las mujeres adquirir conciencia de la necesidad de levantar sus memorias. Por eso, en su opinión, “los memoriales que lideran mujeres permiten empoderarse, articularse colectivamente y fortalecen los procesos comunitarios”. Gloria Guzmán, además, añade que estos procesos se constituyen como “espacios concentrados de lucha donde somos diversas, pero estamos unidas contra la impunidad”.

Años de trabajo permitieron inaugurar en 2016 en la localidad de Azkoien, en la Ribera Navarra, una escultura que homenajeaba a las mujeres que resistieron a las ejecuciones extrajudiciales, a los cortes de cabello y a las humillaciones durante la guerra. Fue iniciativa de la Asociación de Mujeres con Memoria y su financiación autogestionada. El memorial lo forman tres mujeres que visten unas faldas amplias en las que guardan piedras que llevan mensajes que previamente han escrito las vecinas o que han llegado de cualquier punto de Euskal Herria. Para Julia Monge “es un memorial especial” por lo participativo del proceso, que “permite reparar a las víctimas a la vez que ser didáctico en la transmisión”.

En cambio, los proceso liderados por mujeres suelen encontrar trabas cuando hay que negociar con actores institucionales y políticos, quienes pueden hacer peligrar la visibilidad del memorial. A veces, los lugares propuestos por las instituciones no coinciden con las demandas de las mujeres, quienes exigen lugares céntricos y tranquilos como parques públicos. En San Salvador “nos ofrecieron un cementerio para el monumento”, recuerda con enfado Guzmán. Había intereses de empresas por privatizar el parque que proponían las activistas, por lo que “fue una lucha larga que duró dos años de negociaciones” y que no estuvo exenta de tensión, pero en la que “conseguimos ser la piedra en el zapato de los actores privados”, remata con alegría Guzmán. En la actualidad, el monumento está en el parque Cuscatlán y se ha convertido en un lugar terapéutico al que acuden las víctimas.

Feminicidio

En cambio, cuando la construcción se hace de arriba a abajo peligra la legitimidad del memorial. Es el caso del monumento a las Mujeres en la Memoria de Chile, avalado por el Estado y que recuerda a las mujeres víctimas de la represión política, pero que se encuentra prácticamente abandonado. También es el caso del memorial a las víctimas de los feminicidios de Ciudad Juárez. Se trata de un monumento que se enmarca dentro de la condena que la Corte Interamericana de Derechos Humanos impone al Estado mexicano. Conforme a esta condena, por un lado, el Estado debe indemnizar a las familias de siete víctimas y, por otro, realizar un acto público de reconocimiento; ese es el memorial. Las familias, por su parte, no se sintieron representadas y lo consideran incompleto. “El día de la inauguración se presentaron allí para denunciar lo que fue un proceso catastrófico”, remarca Luz Maceira.

Otras veces, en cambio, los memoriales no satisfacen las necesidades de las mujeres porque, como afirma Salcedo, existe una “hegemonía de la memoria que viene dada por ley y que no tiene en cuenta las necesidades de los territorios”, a lo que Maceira añade que “tampoco presta atención a los códigos culturales”. Por eso, hay mujeres que no se sienten identificadas y buscan fórmulas nuevas. “Poner el nombre de una mujer a la calle por la que se las llevaba a la selva puede ser más reparador que hacer varios monumentos con las armas de las FARC”, afirma Salcedo. Galerías de la memoria o rutas del recuerdo son otros ejemplos de lo que Salcedo llama “contrahegemonias de la memoria”.

Crear contramemorias en espacios públicos que vayan más allá de las versiones oficiales es el reto que llevan tiempo afrontando las mujeres tras las guerras. Que esas memorias no hagan únicamente referencia a guerras del pasado es otro de los desafíos que identifica la investigadora mexica Luz Maceira. Por eso, promover memoriales que recuerden que hay una guerra en curso que se lidia entre hombres y mujeres puede ser válido para “impactar a la sociedad y dignificar a las asesinadas y a sus familias”, piensa la salvadoreña Gloria Guzmán.

Construir otras memorias sarrera lehendabizi Intxorta 1937 Kultur Elkartea-ean publikatu da.

Igandetik larunbatera aurreratu da hurrengo bisita

Sentitzen dugu, baina hilaren 22ko (igandea) bisita ez da egingo, ez delako nahikoa jende apuntatu. Baina 21ean  (larunbata) parte hartzeko aukera dute izena emanda daudenak. Egun horretan lagun-talde txiki batekin hitzartua dugu bisita eta badago nahikoa leku.

PD: hurrengo bisita abuztuaren 25ean egingo da 

SE ADELANTA LA VISITA DEL DOMINGO AL SÁBADO

Gabon: ya lo sentimos, pero no se va a hacer la visita programada para el próximo día 22, domingo, por no haberse apuntado suficiente gente. Sin embargo, los/las que se hayan apuntado tienen ocasión de tomar parte en la del sábado día 21, dentro de una visita concertada con un grupo reducido de amigos.

PD: la próxima visita será el 25 de agosto, sábado

Interes handiz jarraitu zen Bittor Kapanagari buruzko bisita gidatua

Joan den larunbatean Bittorren jaioterri Otxandion izan zen bisita, udalak eta Kapanagazaleen taldeak antolatuta. Herriko hainbat txokotan geldialdiak eginez joan ziren eta bakoitzean gai bat jorratzen: haurtzaroa, herrigintza-lanak, etimologiak eta teoriak… Bildu ziren hogeita bat lagunek arretaz jarraitu ei zituzten gidarien azalpenak. Jendea pozik geratu ei zen.

Azkarate# “Itzulpenetatik itzulpenetara”

Miren Azkarate

Bruselatik, Bergarara bueltan etorri da Kataian oraingoan. Miren Azkarate Bergarako Udaleko itzultzailea da eta administrazioko kontuei buruz idatzi du:

“Kate honetako nire aurrekoa ere itzultzailea da (Mikel Igartua). Gure lana antzerakoa da, baina testuingurua ez da berdina.

Hura aritzen den moduko erakunde handietan, hizkuntza ugari daude tartean eta, beraz, itzultzaile eta interpretariak asko izango dira eta baita haien baliabideak ere.

Gurean, berriz, udal administrazioan, tarteko hizkuntzak bi izaten dira, norabide batean zein bestean, eta batez ere idatziz.

Baina azken finean helburua bera da: elkar ulertzea.

Oraindik gogoan dut nolako bi muxu paratu zizkidan lankide ohi batek aspaldi, orduko lantokian bilera bat itzuli niolako belarrira xuxurlatuta. Amaitutakoan, bi muxuokin biziki eskertu zidan dena ulertu ahal izatea. Nik oraindik Filologiatik Itzulpengintzarako jauzia egin gabe nuen eta agian hark transmititutako esker onak zerikusirik izango zuen nire geroko erabakian.

Eta harrezkero, gertuko administrazio honetan, aukera izaten dugu gauza bera sentitzeko. Zortea dugu!

Gurean, euskaraz egiten da lan, eta gaztelaniara itzultzen da beharrezkoa bada. Horrenbestez, euskararen zuzentasuna zaintzea eta itzultzea da gure lana. Niretzat, hizkuntzen eremu honetan lan egitea plazera da. Egunero bizitzen duzu pentsamenduaren eta hizkuntzaren arteko lotura;  gutxien pentsatzen duzunean erronka bat sortzen zaizu: nola adierazi edo itzuli [era egokian] esaldi bat, esamolde bat, hitz bat, testua irakurtzerakoan igartzen den konnotazio bat…

Askotan, baina, denboraren kontra ibili behar izaten dugu (Hau noizko? Atzorako!), eta perfekzioa albo batera laga behar. Oreka aurkitzea da zailena.”

Uztailaren 22an, igandea, hurrengo bisita gidatu alternatiboa

Bisita gidatu alternatiboekin jarraitzen dugu, aurten laugarren denboraldia. Hurrengoa aurtengo laugarren bisita izango da.

  • uztailak 22, igandea
  • hitzordua: 11:00, aztarnategiko aparkalekuan
  • ondoren, nahi dutenentzat, bazkaria jatetxe batean (18 bat euro), eta bazkalostean proiekzioa eta solasaldia gaiaz.
  • Izena emateko: bisitak.sosirunaveleia@gmail.com

Jakinarazi bazkaltzen geratuko zareten ala ez. Garaiz ibili mesedez, bazkaltzeko lekuak-eta lotzeko.

Bi talde egingo dira, euskera eta gaztelera; Juan Martin Elexpuru eta Maritxu Goikoetxeak egingo dituzte gidari-lanak.

Norbaitek egun horretan ezin balu, bezperan (uztailak 21) ere badu aukera, Soraluzeko lagun talde baten bisitan sar daitekeelako.

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Seguimos con las visitas guiadas alternativas, ésta será la cuarta temporada consecutiva, y la siguiente visita la cuarta de este año.

  • 22 de julio, domingo
  • cita: 11:00, en el aparcamiento del yacimiento
  • al mediodía, y para los que lo deseen, comida en un restaurante de la zona (unos 18 euros), y después proyección y charla.
  • para apuntarse: bisitak.sosirunaveleia@gmail.com

Al apuntarse indicar si si se va a quedar a comer o no. No dejarlo para última hora.

Se harán dos grupos, euskera y castellano, siendo guías Juan Martin Elexpuru y Maritxu Goikoetxea, respectivamente.

Si alguien no puede ese día, cabe la posibilidad de hacerla la víspera, 21 de julio, dentro de una visita de un grupo de Soraluze.

SOS Iruña-Veleia Elkartea eta Iruña-Veleia Argitu Plataforma

“A quienes creen, y están en su derecho, que los grafitos de Iruña-Veleia son falsos”, Gontzal Fontanedaren artikulua Naizen

Naizen agertu zen uztailaren 6an. Osorik kopiatzen dugu, merezi du eta.

Solo tienen teorías y opiniones, pruebas no presentan ninguna. Lo que sí cometen es un cúmulo de irregularidades.

06/07/2018

Nadie puede saber si los grafitos son auténticos o no; habría que analizarlos para descubrir su antigüedad, y nadie quiere que se haga. Solo Eliseo Gil lo lleva pidiendo desde el principio, y eso que es el acusado.

Los poderes político, académico y mediático se niegan a los análisis, pero dicen saber que no son auténticos y han convencido a buena parte de la ciudadanía de que los grafitos de Iruña-Veleia son falsos. Y solo tienen teorías y opiniones, pruebas no presentan ninguna. Lo que sí cometen es un cúmulo de irregularidades:

1. Falta de verdad. El escrito de conclusiones de la Comisión llamada «Científica», creada por la Diputación Foral de Álava y en el cual se basó para expulsar el 19-11-2008 a Eliseo Gil y dar la dirección del yacimiento a la Universidad del País Vasco, aquel documento decía que en la comisión hubo unanimidad, pero la propia acta refleja que no hubo unanimidad ni debate científico alguno (la historia se puede ver en el sitio www.veleia.fontaneda.net con los documentos que la acreditan). Decía además que el escrito se basaba en los informes de los miembros de la comisión, algo que no es verdad porque entraron en la diputación a partir de dos semanas más tarde. En aquella sesión solo estaban sobre la mesa dos informes, el de Eliseo Gil defendiendo la autenticidad y el de Joaquín Gorrochategui afirmando la falsedad.

2. Falta de custodia. El 24-03-2009 la diputación presentó en el Juzgado de Vitoria la querella contra Eliseo Gil. Los hallazgos arqueológicos, siendo las verdaderas pruebas de ese proceso judicial, no han tenido custodia judicial, sino que han permanecido desde el principio en manos de la parte acusadora, en poder de la diputación. Es más, el 16-11-2010 la propia diputada de cultura declaró en Juntas Generales de Álava que el museo las enseñaba a quienes iban a visitarlas.

3. Falta de imparcialidad. En 2012, 2015 y 2018 la universidad, que es la actual dirección del yacimiento, utilizó una excavadora para quitar tierra, con todo lo que pudiese haber dentro. Cuando las dos primeras veces SOS Iruña-Veleia presentó denuncias por ello, la juez pidió informes técnicos, y los pidió precisamente a la parte acusadora, a la diputación, que lógicamente contestó defendiendo la utilización de dicha máquina. Y claro, la juez no admitió las denuncias.

4. Falta de respeto. En 2012 la juez ¡por fin! envió unas piezas arqueológicas al Instituto del Patrimonio Cultural de España o IPCE para que entre otras cosas informara de “la antigüedad de las inscipciones”. Acudieron al museo de la diputación a recoger las piezas la ertzaintza y la diputación, la parte acusadora, pero se «olvidaron» de que también debería haber estado presente la parte acusada.

5. Falta de seriedad. La juez aceptó ese informe del instituto IPCE, aunque no informaba para nada «la antigüedad de las inscripciones». Solo decía que en la superficie había restos de metales modernos. Lo que haya en la superficie son rastros dejados por al menos las siete instituciones que las han manipulado las piezas. Y aún más, el informe dice que hay «tres posibles grafitos originales». Y punto final, como si no hubiera dicho nada, nadie investiga ese hecho.

6. Falta de pruebas. No hay razón para que un tema arqueológico se dirima en el ámbito judicial. Pero ya que este caso está así, al menos que el tribunal cuente con pruebas firmes, que acuda a la ciencia para analizar las piezas. Con tantas irregularidades, si se celebrase un juicio sin pruebas, sin haber analizado los hallazgos, solo con opiniones y teorías, sería un juicio de «titulitis», o sea, a ver quién tiene más títulos y por ello quién es más experto para que el tribunal escuche más a su pretendida autoridad. Véase lo que valdrían algunos títulos si fueran «base» de juicio.

El Doctor Martín Almagro, con 17 títulos y 35 publicaciones en su currículum [wikipedia], declaró el 01-11-2008 a “El Correo”; «Se intentaba demostrar [por quienes defendían la autenticidad] que había gente que hablaba vasco donde no se podía y, además, una lengua moderna que era imposible que se hablara en la Antigüedad». No se podía y era imposible porque lo digo yo. Quizá haya viajado al siglo III y, para acreditar esa opinión, estará preparando su 36ª publicación con las grabaciones que habría hecho a aquellos habitantes de la comarca veleyense.

El Doctor Joaquin Gorrochategui, con 21 publicaciones [wikipedia], en su informe de 25-06-2008 para aquella Comisión llamada Científica, declaraba: «El convencimiento de hallarse ante una falsificación es total, sin existencia de duda ninguna». Sin embargo, unas páginas adelante reconoce que «No sabemos cómo era el vasco del s. III d.C.». Es una falsificación pero no sabemos.

Nunca nadie, ni siquiera el mayor Doctor, ha escuchado hablar el euskera del siglo III. Escuchar será imposible, pero leer sí se podría, en los grafitos de Iruña-Veleia, puesto que solo hay que demostrar si son de aquella época o no lo son. Así de claro.

Las personas que quieran claridad y por tanto justicia, aunque crean que los grafitos son falsos, y en su derecho están, quedan invitadas a apoyar la petición de análisis científicos firmando el Manifiesto en favor del esclarecimiento del caso de Iruña-Veleia. Lo pueden leer y firmar en esta página: iruñaveleia.eus/manifiesto.